Del fondo de la memoria

En casa teníamos una revista que nos enviaban de vez en cuando nuestros parientes norteamericanos. Fue hace mucho tiempo pero recuerdo aún una portada donde un solitario campista estaba en un paisaje montañoso. Anochecía y a la luminosidad remanente sobre el horizonte se superponían las negras siluetas de grandes árboles. Acá, en su base, entre la oscuridad, ardía una fogata a cuyo lado aparecía una persona de pie.

Esa imagen me cautivó a mis siete u ocho años. Y en aquel piso de la ciudad intentaba vivir algo semejante. Cubría con mantas una mesa de tubo metálico verde que teníamos en un rincón y cubría el suelo de baldosa con una alfombra. Apagaba la luz de la habitación y me metía debajo con una vela encendida y un tazón de leche caliente. Con sólo esos elementos se creaba un mundo nuevo: estaba en una tienda de campaña y soñaba con que si apartaba la tela que hacía de puerta, vería el anochecer de la revista, con sus pinos y su luna, con el rescoldo de la hoguera brillando débilmente en la oscuridad.

Años más tarde pude vivir aquella experiencia en la realidad, primero en la montaña asturiana, luego en más sitios, a veces lejanos. La mirada ingenua se había perdido hacía tiempo pero las sensaciones nunca me defraudaron.

Curiosamente, ese recuerdo se había perdido y no creo que lo hubiera recuperado de no ser porque hace unos días leí que las fotos de aquella revista se habían volcado en Internet. Instantáneamente, aquella mesa mágica, aquella vela que despertaba las ilusiones y aquel niño que añoraba el bosque aún antes de conocerlo surgieron de lo más profundo de mi memoria. La revista se llamaba Life y durante un instante tuve la tentación de buscar la portada con la que viví tantas horas de ilusiones. Pero rectifiqué a tiempo. Ya he escrito que uno no debe volver jamás a los lugares en los que un día fue feliz.


Rebuscando en mi archivo encuentro también imágenes perdidas. Al contrario que el recuerdo que les he contado, que surgió nítido de la memoria de forma inesperada, este momento en blanco y negro no creo que lo haga. No recuerdo en que lugar ni en que circunstancias hice la fotografía.

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