Soledades

Soy adicto a la compañía y a la conversación y no entiendo bien a aquellos que viven en la soledad, no por azar sino por ejercicio de la voluntad. Y eso que tengo alguna amiga que ha elegido con plena conciencia esa ausencia de compañía. Claro que en ellas lo encuentro más justificado dado el poco nivel que solemos mostrar nosotros a la hora de acompañar. Pero bueno, a lo que iba: quería poner aquí una foto que refleje eso, la soledad. Y es en medio de la gente donde es más fácil encontrar ese símbolo, probablemente porque el contraste y la paradoja son más evidentes. De momentos de soledad exacerbada recuerdo una noche de hotel en Cáceres, algunas tardes deambulando por las calles, alguna época complicada de mi existencia. Ojalá hubiéramos tenido entonces estas ventanas y estos espejos, pero no, no había.

Eso ya pasó, como pasó la aventura de H que, con su vida hecha una novela, se metió a fraile por un desengaño cuando ya no se hacían esas cosas y encima eligió una orden con voto de silencio. Aunque debo reconocer que, incluso sin desengaño, la cosa le iba como anillo al dedo.

De nuevo me distraigo, disculpas. La foto es la de abajo. Acababa de dejar a unos amigos y volvía hacia lo que me parecía ningún sitio. Y es que no hay como un tren nocturno para reflejar soledades.

2 comentarios:

  Anónimo

31/5/08 19:19

La soledad, en su justa medida, es perfecta para estar con nosotros mismos, conocernos mejor, pensar y calmarnos, cargar las pilas para luego estar con los demás; fortalecemos aspectos de nosotros mismos que son estupendos a la hora de tratar a otras personas, es el contraste ideal para valorar después la compañía. Más que el tiempo de compañía se valora la calidad de ella. Más que la compañía en sí, se valora lo bien que se está en ella.
La foto me impacta, he viajado mucho en tren, pero pocas veces lo he cogido anocheciendo, y da una sensación de silencio y soledad, a pesar de quien viaje en él también tremendos...

  Ángel M. Felicísimo

31/5/08 20:08

Saqué la foto por eso precisamente, para fijar el momento y la sensación.
Estoy de acuerdo en lo que dices sólo que para mí esa "justa medida" es muy pequeña.